martes, 16 de diciembre de 2014

América en la balanza

Hay quien piensa que el mundo está peor cada vez, y otros que dicen lo contrario. Argumentos hay para unos y para otros.
De acuerdo con la parte del mundo en la que nos situemos, puede ser que las evidencias sean más arrolladoras en uno u otro sentido.
Personajes como Octavio Azaña estaban plenamente conscientes del aporte que como individuos ponemos en la balanza.

Se podría afirmar que en Europa Occidental y Central la vida, para el ciudadano o campesino común, el más humilde y sencillo, es hoy más llevadera que hace 700 años, o incluso que 70, pero este tal vez sea un período demasiado cercano en el tiempo como para sacar conclusiones.
La conciencia social y humanística ha logrado imponer mecanismos institucionales, más allá de todos los niveles de corrupción y de poder, e incluso más allá del poder efectivo y real de esos mecanismos, pues la opinión pública no acepta abusos y desmanes que en el pasado eran la norma reconocida de manera tácita por todos. No admite discriminaciones. Todos somos iguales ante la ley. Hay abusos de poder, pero nadie le reconoce a otro la libertad de ese derecho. 

En sociedades donde la pobreza, la falta de información y la acumulación de poder son extremas, como en algunas regiones de África y Asia, muchos aceptan como naturales las enormes diferencias sociales justificadas por ideologías y castas, o las discriminaciones por razones evidentes como el sexo, religión o estatus económico. En muchas de estas comunidades lo primero que falta es la conciencia colectiva del enorme desamparo del individuo ante su sociedad. El mundo en ellas es más sórdido que antes. Cada vez de manera más creciente y brutal.

En América toda hay un punto de giro. Algunos héroes cotidianos no temen darlo todo por poner un gramo en la balanza a favor de la libertad del individuo y el derecho a la igualdad de oportunidades. Son héroes reales, que pueden estar reflejados por Guaytabó. América puede girar la balanza del mundo. Desde hace mucho tiempo lo viene intentando.


Que ese giro sea en favor del hombre común y hacia el nuevo mundo que se ofreció como promesa siglos atrás, y al que ahora todos salimos al encuentro con esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario