Guaytabó: EL HIJO DEL CÓNDOR / LAS CARTAS SOBRE LA MESA

viernes, 16 de diciembre de 2016

EL HIJO DEL CÓNDOR / LAS CARTAS SOBRE LA MESA

La historia se repetía. Otra vez tenía que entregarle el mando de Macuijo Arriba. Tenía que cederle todo, hasta su familiar y extremadamente mugriento despacho.

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Sinopsis de la saga

La historia acontece en la América Latina a principios del siglo XX cuando un joven doctor en medicina que incidentalmente llega a la recóndita población de Macuijo Arriba, localizada en la periferia de la gran selva, se ve implicado en un conflicto local en el que un traficante sin escrúpulos trata de comprometer ante la ley a una pacífica tribu indígena residente en la zona, la tribu de “La Flecha de Cobre”. Tras una serie de peripecias que le obligan a intervenir en defensa de sus amigos, se establece definitivamente en el lugar para convertirse también en el gran benefactor de todos los residentes de la comunidad blanca e india.

Después de unos quince años este mismo doctor ha desplegado una paciente labor educativa y humanitaria logrando importantes progresos en las dos comunidades. Tiene un hijo adolescente en quien confluyen los elementos de una educación dual proveniente de su padre médico y del entorno casi salvaje que ha crecido. El nuevo conflicto sobreviene cuando una compañía minera intenta despojar a la tribu de sus tierras ricas en yacimientos de cobre. El doctor vuelve a actuar en defensa de los que ya forman parte de su vida cotidiana, pero esta vez la injusticia prevalece a cargo de quienes serán los “villanos históricos” de la saga. La tribu de se verá obligada a internarse en la selva y lanzarse a una vida al margen de la civilización y con ella habrá de partir el adolescente, no sin antes realizar el juramento de regresar un día a cumplir la sentencia de su pueblo de ajusticiar a los causantes de la ruina de todos.

Este sería el leitmotiv por el que este mismo joven iniciará su peregrinaje unos años después. A pesar de ello, en la medida en que va transcurriendo el tiempo, y sobre todo gracias a la prédica aleccionadora de un entrañable amigo, Guaytabó, va transmutando su ciega sed de venganza por un sentido mucho más universal y humano acerca de la justicia, de ahí que la lucha contra el mal y los atropellos sean una constante en su curso por cada uno de los diferentes escenarios del continente americano en que se van desarrollando las sucesivas aventuras.