viernes, 6 de junio de 2014

Sobre los autores

MANUEL ÁNGEL DARANAS (1934-2000) nació en La Habana, Cuba y se vinculó desde niño a la radio trabajando como actor. Eran tiempos de radio y esta experiencia le sirvió en la práctica para formarse como escritor de este medio, lo que convirtió en su oficio. Guaytabó es una serie de novelas  radiales que Daranas difundió con mucho éxito.
El de escritor de radio era un oficio devorador y alienante, alimentado por naturaleza de la temporalidad. No obstante, Daranas, no sólo consiguió una obra muy coherente a la que es imposible encontrar anacronismos ni contradicciones, sin menoscabo alguno de la fantasía y de la supervivencia al tiempo de su contenido, sino que siempre encontró ocasión para continuar con su pasión de actor y trabajó en gran número de programas televisivos dramatizados y en pequeños papeles de la filmografía de Gutiérrez Alea o Fernando Pérez, reconocidos directores del cine cubano, además de llevar durante muchos años la moderación del programa Escriba y Lea, el más longevo de la Televisión Cubana.
Aunque escribió algunas novelas, entre las que destacan Cuando Cantaron las Lomas, o Hacia la Rosa y el Fuego, además de otras tantas adaptaciones literarias, es Guaytabó la de mayor trascendencia por su contenido y por su permanencia actual en el aire.


MARTA ISABEL DARANAS nació en 1963, reside en Cataluña, España, y es de profesión arquitecta. Después de la muerte de Manuel Ángel Daranas escribió y publicó en Cuba, por demanda del público, los productores, y por encargo postrero del autor, una última novela radial de esta serie y posteriormente, acometió en versión literaria convencional la entrega de la saga de aventuras Guaytabó.

miércoles, 4 de junio de 2014

¿Quién es Guaytabó?

Hola a todos,

Aquí está Guaytabó. ¿Lo conoces? ¿Te suena de algo?

Si lo conoces es sólo porque eres cubano y te gusta la Radio. De otra manera es natural que todavía no lo conozcas. Si no te suena, pronto lo sabrás todo de él, y aun así querrás saber más. Cada día más.

Guaytabó viaja por toda América gracias al escritor Manuel Ángel Daranas (1934-2000). Es una saga de novelas por entregas, ahora disponible en su totalidad, que tiene muchos elementos de realismo mágico porque estos forman parte de la realidad cotidiana de América Latina aunque no como una intención de estilo literario.

Es novela de aventuras sui géneris en ese sentido. Con todos los elementos de la aventura clásica, y muchas realidades peculiares de América del Sur.

Tiene algo también del magnetismo de Horacio Quiroga, o de la magia fatalista que se respira en Doña Bárbara, de la recóndita eternidad de Macondo, o de la emotividad vital de La Ciudad y los Perros, y es que de manera intencional no se ubica en un lugar específico de América del Sur, sino que transita por sus diferentes paisajes.

Hay un punto de atemporalidad también en Guaytabó; pero no es precisamente mágico, sino que se corresponde con la vida humilde y cotidiana de Suramérica. En términos rigurosos transcurre durante las segunda y tercera décadas del siglo XX. 

La escribió Manuel Ángel Daranas, mi padre, que ya murió, y tuvo tanto éxito en Cuba en su primera transmisión, que a partir de entonces se retransmite continuamente, con índices de máxima audiencia siempre garantizados, sobre todo en las zonas rurales o en las actividades laborales donde todavía la Radio juega un papel fundamental (hay lugares, como las fábricas de tabaco, donde desde los tiempos de la colonia se ameniza el trabajo. Antes se hacía con un lector y después con la Radio porque permiten mantener la concentración visual).

Si quieres la magia de una novela radial pues… tendrás la novela que será la mejor de todas tus novelas de aventuras. Si nunca has escuchado una novela radial y te gusta leer, estas aventuras  son tan corrientes y a la vez extraordinarias como las de Sandokán, Batman, Tarzán, James Bond, Millennium con su encantadora y minúscula Lisbeth Salander,  El Capitán Alatriste o Harry Potter. Pero viven en América Latina, son de todos, y han nacido desde el “nuevo mundo” con toda la perturbadora emanación de sus esencias.

Por mi parte, seré completamente feliz, con sólo ayudarles a entrar en el mundo de Guaytabó, y si hay algo más que eso, sólo podría ser que ustedes, vosotros, los lectores, me facilitéis a mí, la manera de ayudar a Guaytabó, porque lo que no puede un héroe de carne y hueso, lo puede la amistad. Soy una médium, y perdón por la inmodestia, pero me considero una médium entre Guaytabó y todos los que han sido víctimas de la injusticia del poder.
                                                   .
Un saludo,
Marta Isabel